Espirometría

La espirometría es una prueba diagnóstica de función pulmonar que consiste en la medición de los flujos y volúmenes respiratorios para determinar la existencia de enfermedades como enfisema, asma, bronquitis crónica, EPOC, infecciones respiratorias, fibrosis, cáncer o esclerodermia.

Tambien se realiza para valorar la respuesta del paciente a determinados medicamentos, como por ejemplo un broncodilatador. La realización de la espirografía no requiere preparación previa, aunque se recomienda no fumar previamente y no inferir alimentos pesados. Suele tardar unos 10 a 15 minutos y se trata de soplar según las indicaciones del provesional, en determinadas ocasiones y con repeticiones, a través de una boquilla que está conectada al espirómetro que dará las mediciones.

La espirografía puede ser simple o forzada, la diferencia es el tiempo que se le pide al paciente para la expulsión del aire. En la simple el paciente debe expulsar todo el aire de sus pulmones durante el tiempo que necesite para ello, en la forzada debe de expulsar todo el aire de sus pulmones en el menor tiempo posible, lo que da como resultado flujos y volúmenes diferentes para sí obtener los datos necesarios para una evaluación más detallada.